Un estudio liderado por investigadores del IDIBAPS muestra, en hembras de ratón, que el embarazo induce una reorganización de los circuitos dopaminérgicos relacionados con la motivación y el deseo que impulsan a comer productos dulces y calóricos.
Marc Claret lidera, junto a Roberta Haddad-Tóvolli, investigadora de su grupo, un estudio publicado recientemente por la revista Nature Metabolism. Las conclusiones del estudio, donde también han participado Guadalupe Soria y Emma Muñoz-Moreno, de la plataforma de resonancia magnética del IDIBAPS, Analía Bortolozzi y Lluis Miquel del IIBB-CSIC-IDIBAPS e investigadores de CIBERSALUD, y Emmanuel Valjent, del INSERM y la Universidad de Montpellier, podrían contribuir a mejorar las guías clínicas nutricionales para embarazadas, a fin de asegurar una adecuada nutrición prenatal y prevenir la aparición de enfermedades.
Quien más, quien menos, todo el mundo ha experimentado alguna vez el deseo repentino e incontrolable de comer un alimento determinado. Estos impulsos, conocidos como antojos, son muy comunes, sobre todo durante el embarazo. En esta etapa, el organismo materno experimenta una serie de cambios fisiológicos y de comportamiento con el fin de crear un entorno favorable para el desarrollo del embrión. Sin embargo, el consumo frecuente de alimentos sabrosos y calóricos, derivado de los antojos, contribuye al aumento de peso y a la obesidad gestacionales, hecho que puede acarrear consecuencias negativas para la salud del bebé.
De acuerdo con los resultados de la investigación, durante el embarazo, el cerebro de las hembras de ratón experimenta cambios en las conexiones funcionales de los circuitos de recompensa, así como de los centros gustativos y sensoriomotores. Además, al igual que las mujeres embarazadas, las hembras de ratón son más sensibles a los dulces y desarrollan conductas de ingesta compulsiva de alimentos calóricos. “La alteración de estas estructuras nos llevó a explorar la vía mesolímbica, una de las rutas de transmisión de señales de las neuronas dopaminérgicas. La dopamina es un neurotransmisor clave en los comportamientos de motivación o deseo”, comenta Claret
Los investigadores observaron que los niveles de dopamina, así como la actividad de su receptor D2R, aumentaban en el núcleo accumbens una región cerebral implicada en el circuito de recompensa. "Este hallazgo sugiere que el embarazo induce una reorganización completa de los circuitos neuronales mesolimbicos, a través de las neuronas D2R", señala Haddad-Tóvolli. "Asimismo, estas células neuronales, y su alteración, también serían las responsables de la aparición de los antojos, ya que la ansiedad por la comida, típica del embarazo, desapareció después de bloquear su actividad".
Por último, Claret, Haddad-Tóvolli y su equipo demostraron que los antojos persistentes tienen consecuencias para la descendencia. En concreto, afectan a su metabolismo, así como al desarrollo de los circuitos neuronales que regulan la ingesta de alimentos, lo que conlleva un aumento del peso corporal, la ansiedad y los trastornos alimentarios. “Estos resultados son sorprendentes, ya que la mayoría de estudios se centran en analizar cómo los hábitos permanentes de la madre, como la obesidad, la desnutrición o el estrés crónico, afectan a la salud del bebé. Sin embargo, nuestro trabajo indica que basta con conductas cortas, pero recurrentes como los antojos, para aumentar la vulnerabilidad psicológica y metabólica de la descendencia”, concluye Claret.
El proyecto ha recibido financiación del Consejo Europeo por la Investigación (ERC, beca H2020 nº 725004) otorgada a Marc Claret. Asimismo, Roberta Haddad-Tóvolli es beneficiaría de una beca del programa Marie Skłodowska-Curie Action (H2020-MSCAIF) NEUROPREG (Grant agreement No. 891247).
Artículo de referencia:
Roberta Haddad-Tóvolli, Sara Ramírez, Emma Muñoz-Moreno, Maria Milà-Guasch, Lluis Miquel-Rio, Macarena Pozo, Iñigo Chivite, Jordi Altirriba, Arnaud Obri, Alicia GGómez-Valadés, Miriam Toledo, Elena Eyre, Analia Bortolozzi, Emmanuel Valjent, Guadalupe Soria, Marc Claret. Food craving-like episodes during pregnancy are mediated by accumbal dopaminergic circuits. Nature Metabolism. Doi: 10.1038/s42255-022-00557-1.
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