La molécula, diseñada para actuar sólo en neuronas dopaminérgicas, reduce la síntesis y acumulación de la proteína alfa-sinucleína, clave en la evolución de la enfermedad. El trabajo, liderado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC y del IDIBAPS, ha obtenido resultados preliminares prometedores para controlar su desarrollo.